En pocos años, la tecnología de la imagen y el sonido se ha transformado vertiginosamente. Se ha pasado de la fotografía de base química a la digital; de las cintas magnéticas en los archivos informáticos; de la transmisión por vía terrestre en la efectuada por satélite; de los sistemas analógicos en los digitales; de las olas hertzianas en el cable ia Internet; de la edición analógica en la basada en códigos informáticos; y de los tubos catódicos en las pantallas de plasma.

Al obligado conocimiento sobre procesos químicos y físicos, se ha tenido que migrar a dominios propios de los sistemas informáticos y de los nuevos códigos simbólicos que éstos han generado. En pocos años la naturaleza de los instrumentos y de las operaciones que componían un campo profesional concreto, ha cambiado radicalmente.

Todas estas transformaciones han afectado profundamente a las industrias y a los sistemas de enseñanza, que tienen que formar nuevos profesionales capacitados por responder a los actuales y futuros retos tecnologicos.Por tanto, todos aquellos cambios en la producción de contenidos para fotografía, cine, televisión, producciones de sonido, vídeo, DVD y espectáculos, así como en la transmisión y explotación de contenidos están siendo recogidos en la definición de las calificaciones de esta familia profesional.