Del 13 al 31 de enero, la Guardia Urbana lleva a cabo a Collblanc-la Torrassa, como prueba piloto, una campaña de control de la circulación de los patinetes eléctricos. La actuación se extenderá al conjunto de la ciudad durante todo el mes de febrero. En L' Hospitalet, el año 2019 estos vehículos estuvieron implicados en una qcincuentena de accidentes.
El objetivo de la campaña es informar y aplicar las normas e instrucciones dictadas recientemente por la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre el uso de los patinetes eléctricos, para que los conductores hagan una utilización adecuada y se respete el buen uso compartido del espacio público.
Estos patinetes son vehículos de una o dos ruedas, de una única plaza, propulsados por motores eléctricos que desarrollan una velocidad de entre 6 y 25 km/h. Su proliferación en los últimos años ha hecho necesario establecer unas normas de uso.
Así, las instrucciones de la DGT sobre los vehículos de movilidad personal prohíben la circulación de los patinetes eléctricos por las aceras y zonas de peatones, no permiten que superen la velocidad de 25 km/h ni que se conduzcan usando el teléfono móvil o los auriculares.
También establecen que su utilización tiene que ser unipersonal; la conducción nocturna, con alumbrado y ruedas reflectants, y que los usuarios tienen la obligación de someterse a las pruebas de alcohol y drogas, como el resto de conductores de vehículos.
La Guardia Urbana vigilará el cumplido de estas normas y sancionará las infracciones, con multas que pueden ir de 80 a 200 euros. La actuación se priorizará sobre los conductores que circulen de forma negligente e irregular, tanto por la acera como por la calzada, y sobre los autores de infracciones graves que circulen en sentido contrario, no respeten la preferencia de paso, usen móvil o auriculares, transporten a una segunda persona o conduzcan bajo los efectos de bebidas alcohólicas o drogas. Para los infractores menores de 18 años, la responsabilidad corresponde a los padres.