Santiago Rusiñol (1861-1931), nacido en el seno de la burguesía catalana, simboliza una personalidad intensa y compleja, con una visión melancólica, amarga y desencantada de la vida. Su carácter ingenioso y cosmopolita hace de él un referente de aquello que los españoles consideran la Cataluña cívica.
Un jardinero de parques y jardines tiene que dejar el trabajo por culpa del reuma y lo ubican en el Museo Rusiñol donde hará de Rusiñol presentando las visitas teatralizadas. Pero al cabo de un tiempo, cuando él se ha enamorado del pintor, deciden transformar el Museo Rusiñol en el Museo de la identidad. A partir de aquí se crea un conflicto entre dos mundos: el de Rusiñol y el de aquéllos que defienden la identidad, y a los cuales llaman bárbaros. La obra es una reivindicación del arte como patria universal, a partir de Rusiñol, contra las patrias identitarias.
Estreno de la versión en catalán.
Duración: 90 min