Dos niños, Laia y Blai, van al teatro con sus padres a ver  Los Pastorcillos. Después van a casa de la abuela y hablan de los momentos más divertidos de la obra. La abuela tiene preparada una sorpresa: les hace cagar el leño y después les canta villancicos. Poco a poco los niños se van quedando dormidos ...

En sueños viajan y se convierten en los protagonistas de la historia, reviviendo todas las gracias de los pequeños pastorcillos. Ángeles, demonios..., un mundo fantástico los rodea. La voz de la abuela los despertará del sueño: ¡Es hora de cena!. ¡Que bien, eso sí que ha sido una gran aventura!

Para toda la familia incluido los más pequeños